El verano suele regalarnos algo de tiempo libre que podemos aprovechar en aquellas aficiones que resulta difícil disfrutar el resto del año. El cine es una de ellas. Las calurosas tardes invitan a quedarse en casa hasta que el sol está medio escondido y baja la temperatura, por lo que podemos aprovechar para darnos un buen atracón de películas.
Una de ellas puede ser Anna Karenina, de Joe Wright. Obviamente se trata de una versión de la novela de Leon Tolstoi, pero no se trata de una versión más.
La, a veces, criticada opción del director de narrar la película como si los actores deambularan continuamente por un escenario cambiante, es lo que a mí más me ha gustado. Los cambios de escena caminando entre bambalinas, continajes y fondos móviles me parece mágico y no veo el perjuicio para la historia. Aparte de que viene a traer a la realidad la tan repetida cita shakespeariana de que la vida es un gran teatro y los hombres y mujeres son actores; totalmente de acuerdo.
Por otro lado es evidente que la película sigue quedando floja en relación a la novela, pero es que todavía no se ha rodado la película que haga siquiera sombra a un libro...más bien al contrario, se han hecho verdaderos desastres y blasfemias, copiando ideas y poco más.
Una de ellas puede ser Anna Karenina, de Joe Wright. Obviamente se trata de una versión de la novela de Leon Tolstoi, pero no se trata de una versión más.
La, a veces, criticada opción del director de narrar la película como si los actores deambularan continuamente por un escenario cambiante, es lo que a mí más me ha gustado. Los cambios de escena caminando entre bambalinas, continajes y fondos móviles me parece mágico y no veo el perjuicio para la historia. Aparte de que viene a traer a la realidad la tan repetida cita shakespeariana de que la vida es un gran teatro y los hombres y mujeres son actores; totalmente de acuerdo.
Por otro lado es evidente que la película sigue quedando floja en relación a la novela, pero es que todavía no se ha rodado la película que haga siquiera sombra a un libro...más bien al contrario, se han hecho verdaderos desastres y blasfemias, copiando ideas y poco más.
Lo dicho, si tenéis tiempo este verano, olvidaos de pestilencias tipo "Spring Breakers" y dejaos caer por el teatro de Tolstoi; vale la pena.